Armstrong fue uno de los primeros solistas importantes del jazz. Algunos lo consideran el inventor del swing, aquel ingrediente necesario sin el cual el jazz no significa nada. Su estilo en la trompeta fue un punto de partida para toda una evolución posterior, no sólo en su instrumento, sino también en el lenguaje musical y en lo expresivo. Poseedor de una personalidad enormemente magnética, de una de las voces más personales jamás oídas y una sonrisa tan amplia como su corazón, Armstrong se transformó en un ícono del afecto popular.
Louis Armstrong nació el 4 de agosto de 1901 en Nueva Orleáns, en una familia extremadamente pobre. Su padre abandonó a la familia poco después de su nacimiento y fue criado por su madre, Mary, y su abuela materna. Tuvo que trabajar desde muy pequeño para ayudar en la economía familiar, vendiendo carbón, como diariero o changarín, o en un depósito de chatarra. Fue precisamente el dueño de ese depósito quien le ayudó a comprarse una corneta, a la cual comenzó a arrancarle sonidos sin maestro alguno.
A los doce años fue enviado al reformatorio Colored Waif's Home for Boys, por disparar una pistola al aire en una fiesta de año nuevo. En esa escuela tuvo su primera educación musical. A los dos años salió y comenzó a cantar y tocar en la calle por monedas y luego en los locales de diversión nocturna de Storyville, el barrio del placer de Nueva Orleáns. Sus movimientos por la ciudad le hicieron empaparse de la música que se tocaba en bares y en las bandas de vientos que acompañaban desfiles y funerales.
Pronto comenzó a hacerse notar como prodigio por su destreza con la trompeta y con la voz, y a captar la atención de otros músicos mayores que veían en él un potencial fuera de lo común. Fue Joe "King" Oliver, uno de los más destacados trompetistas de la ciudad, solista de la orquesta de Kid Ory, quien lo tomó como protegido. También entonces adquirió su sobrenombre "Satchmo" proveniente de "satchel mouth" (algo así como "boca en forma de bolsa"). Cuando en 1918 Oliver formó su propia banda y se mudó a Chicago, la ciudad que entonces comenzaba a magnetizar a los músicos de jazz, el joven Armstrong se transformó en uno de los solistas-estrella de la orquesta de Ory. Fue en esa banda que Armstrong comenzó a formarse como profesional, a leer música y a tocar con otros músicos destacados, desarrollando y enriqueciendo sus habilidades.
En 1922 King Oliver lo llamó para integrar su orquesta en Chicago, con lo cual la banda pasó a tener dos trompetistas-estrella. En 1924 se mudó a Nueva York para tocar en la orquesta de Fletcher Henderson, realizando también grabaciones con Sidney Bechet y Bessie Smith. En 1925 regresó a Chicago y comenzó a realizar grabaciones como líder con sus Hot Five y Hot Seven en el legendario sello Okeh (hoy en el catálogo de Sony), para luego ingresar en los primeros lugares de venta de discos con temas como "Big Butter and Egg Man", "Hotter than That" y "West End Blues", y a aparecer como figura en musicales como Hot Chocolate, en su interpretación de "Ain't Misbehavin'", cuya grabación también subió a los primeros puestos. A partir de allí transformó su carrera en un desfile de éxitos: "All of Me", "Body and Soul", "I'm in the Mood for Love", "When the Saints Go Marching in", todos presentados en giras por EE.UU. y Europa.
Luego de la Segunda Guerra, cuando el formato de orquesta comenzó a decaer a favor de grupos más pequeños, formó sus All-Star y, si bien no se plegó a las nueva tendencia del be-bop, continuó con sus éxitos dentro de un numeroso público que tampoco era muy afecto a los nuevos experimentos, forjándose a partir de aquí su imagen mítica.
En los años 50 realizó grabaciones con Ella Fitzgerald que se convirtieron en clásicos. A principios de los 60 grabó dos álbumes con Duke Ellington y en 1964, en medio del aluvión rockero, logró un resonante éxito con "Hello Dolly", que se convirtió en Nº 1 de los charts de venta, llevando al oro al álbum que lo contenía y valiéndole un premio Grammy por Mejor Performance Vocal Masculina. Cuatro años más tarde volvió al éxito con "What a Wonderful World", tema que tuvo un resurgimiento post mortem en 1987, al aparecer en el film Good Morning Vietnam. En 1969 apareció en la película Hello Dolly, interpretando el tema a dúo junto a Barbra Streisand. Comenzó a presentarse menos frecuentemente debido a su delicada salud. Murió en Nueva York el 6 de julio de 1971.
Los teóricos del jazz afirman que su aporte sólo ahora comienza a ser entendido como vital dentro del desarrollo del lenguaje. En relación a su instrumento, los trompetistas que lo precedieron tendían a improvisar en frases cortas, dividiendo el compás con notas rápidas. Él comenzó a tocar melodías de un mayor lirismo, estirando algunas notas por encima de dos o más compases, repitiendo otras insistentemente, incorporando el lenguaje del blues en una forma que preanunció los fraseos del be-bop que surgiría recién 20 años después.
En relación a su voz, la mejor referencia sin duda es escucharlo, porque la originalidad de su tono ronco y grave ha sido tan grande, que casi no tuvo imitadores.
Louis Armstrong en D-audio >> What a wonderful world (1968) > Disco 2
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